En tiempos cuando es mejor quedarse en casa para evitar exponerse al coronavirus y los precios de frutas y verduras se han disparado “por arte de magia”, es bueno tener algunos conocimientos para congelar verduras y extender su tiempo de vida.
Las verduras son un ingrediente fundamental para mantener arriba las defensas, pero por lo general duran muy poco tiempo frescas. Desde el programa 365 Tentaciones aconsejan y aseguran que se pueden “congelar en el freezer, manteniendo todas sus vitaminas y sin que se vuelvan tóxicas”.
Hay que recordar que la cebolla, una vez cortada, no se debe guardar en heladera; por eso, lo más conveniente es congelarla en pedacitos.
Hay que pelar y picar en trozos pequeños. Guardar en una bolsa cerrada o en pequeñas bolsas para ir usando una a la vez. Duran varios meses.
En el caso del choclo, hay que retirar las chalas u hojas, lavar, desgranar y escurrir. Se puede guardar crudo o cocido en pequeñas bolsitas. Duran hasta dos meses.
Las propiedades nutricionales
Varios estudios, incluyendo los de la Organización Mundial de la Salud, demuestran que frutas y verduras sometidas al frío conservan los mismos minerales y antioxidantes.
El choclo o maíz es libre de gluten, por lo que es ideal para celíacos y para los que quieren dejar de comer tanta harina. Tiene hidratos de carbono por su alto contenido de almidón, lo cual lo hace un perfecto compañero para calmar el hambre por varias horas con pocas calorías.
El choclo aporta además proteínas y fibras, que ayudan a controlar el colesterol.
La cebolla, además de agregar un exquisito sabor a cualquier plato, es rica en minerales y oligoelementos (calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo); y también en vitaminas (A, B, C y E).
Conocida como la “insulina vegetal”, baja los niveles de azúcar en sangre, es diurética, bactericida y fungicida.