“La presente ley contiene delegaciones legislativas al Poder Ejecutivo nacional de emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, social, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria y social, con especificación de las bases que habilitan cada materia comprendida y con vigencia durante el plazo específicamente previsto”, reza el texto.
En ese orden, postula también que “las normas que se dicten en el ejercicio de esta delegación serán permanentes, excepto cuando la naturaleza de la medida determine su carácter transitorio y así se lo disponga en forma expresa”. Para un sistema republicano como el que rige en la Argentina, representa un escándalo pensar en poder habilitar algo como ello.
El artículo 227 del Código Penal habla de las penas que podrían recibir por «traición a la patria» aquellos legisaldores que otorguen facultades extraordinarias, la suma del poder público o sumisiones o supremacías al gobernador o el presidente. Lo llamativo es que ese artículo está basado en el 29 de la Constitución Nacional, que data de 1853 y fue redactado por Juan Bautista Alberdi, uno de los próceres más admirados por Javier Milei por sus ideas liberales.
El abogado constitucionalista Julián Portela, explicó a Infocielo que en materia de leyes «cada uno ve la parte de Alberdi que le interesa» y destacó que justamente el artículo 29 «está basado en su propia vida», ya que fue redactado cuando Alberdi se fue exiliado por Rosas y advirtió del problema de la quita del poder público.
«Es el único artículo penal de la Constitución Nacional», enfatizó Portela, quien aseveró que «fue escrito con tanta bronca que hasta insulta y habla de ‘infames’; ese artículo es la base del Código Penal, es una amenaza y un límite al ataque al republicanismo».
En ese escrito, el autor de la primera Carta Magna adviertió a los legisladores para no caer en esa trampa de otorgar facultades extraordinarias permanentes a un presidente o gobernador. «Ese es el sentido del 227, es una reafirmación del republicanismo», subrayó el abogado.
«El problema es la magnitud de lo que plantea el presidente Milei; claro que se pueden pedir facultades extraordinarias por cuestiones puntuales, por emergencias, pero cuando se pide con periodos de renovación estamos al límite», enfatizó.
¿Qué puede pasar con los legisladores que avalen el polémico proyecto de Milei?
Si bien el texto utiliza palabras fuertes, la traición a la patria no tendría demasiado castigo para quienes apoyen la denominada «Ley Bases» o el mega DNU. ¿Por qué? Según evaluó Portela, se trata de un artículo del tipo penal y estos son «cerrados» con el fin de dar principio de legalidad.
«Cada vez que se configura una ley, tiene que ser de lo más específico. Si hay un margen de error o de duda, se sobresee. Es muy escaso el avance por traición a la patria», analizó. En ese plano, aclaró que se puede realizar la denuncia y de hecho es probable que la oposición lo haga, pero su avance dependerá del alcance y la legitimidad que tengan esas presentaciones judiciales.
«Muy difícilmente avance porque tiene que ser muy explícito», dijo, aunque aclaró que «más allá del tipo penal, sí están violentando lo que busca evitar ese artículo».
Si bien el presidente ganó de manera contundente con más de 10 puntos de diferencia de su competidor, Sergio Massa, y lo que está haciendo es intentar imponer su agenda de Gobierno como lo hacen todos los Ejecutivos, el modo en que lo intenta realizar vulnera las formas que establece la Carta Magna.
«El Congreso tiene que parar la pelota y decir ‘así no lo apruebo’ y buscar debatir por partes porque abordar cambios constitucionales de esta manera, es antirrepublicano. El Congreso debería, corporativamente, establecer cuál va a ser su rol, si una mera escribanía o si va a analizar y debatir. Las formas tensan al máximo el republicanismo. La libertad no implica olvidar las formas, son nuestra salvaguarda para que se respeten los consensos», cerró el experto.
Fuente: Infocielo