El presidente Alberto Fernández juntos a los ministros Sergio Massa y Matías Lammens, presentaron este martes un nuevo esquema de subsidios para los clubes de barrio, instituciones que cumplen un rol social fundamental, sobre todo en zonas vulnerables. Pero, ¿cómo es la situación de estos espacios hoy?
Diego Indycki forma parte de la Unión Nacional de Clubes de Barrio y en diálogo con Infocielo, sostuvo que «la situación, como en todos los sectores, está complicada; la economía golpeó a toda la sociedad, obvio que también a la gente que asiste a los clubes».
«Hay distinttas categorías, algunos donde las cuotas son pagas y otros donde no existe cuota social, es puro voluntarismo. En los barrios se nota la situación difícil que estamos atravesando, los clubes dan de comer, dan la merienda, todo eso se reforzó bastante, antes se hacía hincapié en lo deportivo, hoy se tiene que complementar con el sistema alimentario, incluso el propio estado pone los puntos solidarios donde la gente va a buscar las viandas», repasó Diego.
El anuncio del Gobierno en materia de subsidios alcanza a unas 8 mil entidades de este tipo en la Argentina y, si bien desde la Unión sostienen que faltan muchos por incluir, hay diferentes resoluciones para acceder a los descuentos y está en agenda la problemática. Por eso también exigen, como desde hace años, la reglamentación de la ley 27.098, que dice que los clubes barriales tienen que tener tarifa social en los servicios.
El anuncio del presidente y los ministros tiene que ver con un sistema mediante el que los clubes de barrio podrán percibir las tarifas de luz y gas subsidiadas, para lo cual deberán presentar su personería jurídica a través de una aplicación que dispondrá el Gobierno nacional e inmediatamente quedarán exceptuados de la segmentación de tarifas. El ENRE será el encargado del cumplimiento de la medida.
Otro de los puntos que marcaron como futura conquista desde los clubes es la búsqueda de soluciones para el problema de documentación de la personería jurídica, que es muy dificultosa para cientos de entidades. «En un país donde se blanquearon millones de dólares no puede ser que no se resuelva algo como esto; este gobierno ayuda mucho, pero hay muchos que todavía quedan excluidos», sostuvo Diego.
Según consignó, el que rige hoy es un sistema obsoleto y burocrático, que no solo hace compleja la regulación, sino también el control por parte del Estado. «Yo soy autoridad de un club que fue intervenido porque se vendía droga, un club que estaba al día y recibía subsidios, o sea que tener los papeles al día no garantiza que cumpla el rol social porque no hay control, y a la vez hay clubes que contienen a cientos de pibes que no pueden tener la documentación al día por la burocracia», cerró.
En la Provincia de Buenos Aires, la semana pasada avanzó en la Legislatura una ley que modifica la normativa sobre Asociaciones Civiles e incorpora a los Centros Comunitarios como asociaciones civiles de primer grado, las cuales son consideradas de interés público provincial, algo que les permitirá acceder a facilidades para su conformación y normalización.
Los clubes de barrio se sostienen a través del tiempo como motor fundamental de contención social, en especial en épocas de crisis económica, por eso pelean por la reglamentación de su ley y por una realidad en la que deban enforcarse en la práctica cultural y deportiva, no alimentaria.
Fuente: Infocielo