La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que hay un brote y es una emergencia de salud pública de interés internacional con «riesgo de salud pública para otros Estados, a través de la propagación internacional de enfermedades, (…) que potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada». Por tal razón, y con la experiencia que atravesó la comunidad LGBT+ con la “pandemia del sida”, durante los años 80 y 90, queremos alertar al Ministerio de Salud de la Nación sobre el estigma que atentó hacia las personas LGBT+ en aquellos años como les “principales propagadores de las infecciones” y que hoy se retoma con discursos estigmatizantes desde la OMS y algunos medios de comunicación.
“Ya ha circulado información que indicaba que “los contagios solo ocurrían entre hombres que tienen sexo con hombres”, lo mismo que se pretendió (y en un principio se consiguió) introducir en el inconsciente colectivo de la ciudadanía con el tema del VIH. No fue así. Y con la viruela del mono tampoco es así: todes estamos expuestes al contagio si no tomamos las medidas de prevención correspondientes”, destacan desde la Federación Argentina LGBT+.
Según pudo saber InfoGEI, la viruela del mono se transmite, principalmente, a través del contacto prolongado y directo de piel a piel, con lesiones producidas por la viruela símica. Puede ser por relaciones sexuales, por el contacto íntimo como besos y abrazos, o por otros contactos físicos, incluso por compartir insumos de higiene personal o cubiertos para comer. “Alentamos al Ministerio a realizar campañas preventivas sin discriminación en relación a la viruela del mono, y quedamos a disposición para acompañar desde nuestra experiencia en lo que fuere necesario”, sostuvo Flavia Massenzio, presidenta de la Federación Argentina LGBT+.
Fuente: infogei